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lunes, 10 de noviembre de 2014

Los juguetes: aprendizaje y diversión o frustración y agresividad

Cada edad tiene un momento en el desarrollo evolutivo y unos juguetes adaptados, si lo olvidamos el juguete puede llegar a ser frustrante e incluso desarrollar su agresividad

Los juguetes son una pieza importante del engranaje de nuestra infancia. Aportan ilusión, entretenimiento, ayudan en el desarrollo de capacidades y son básicos para el aprendizaje de conceptos y habilidades sociales.



También los podemos usar para desarrollar valores como compartir y provocan en los niños sentimientos de pertenencia e incluso de seguridad. Los llamados juguetes de apego son usados para ayudar a dormir o aportar consuelo en momentos determinados.

A cada edad su juguete

Teniendo en cuenta todo esto, y sabiendo que los juguetes tienen un alto valor didáctico, debemos darles la importancia que se merecen. Y siendo los adultos los que los elegimos, sobre todo en edades tempranas, es necesario marcar unos criterios para su elección. El criterio principal que debemos tener en cuenta es que sean adaptados a la edad del niño. Cada edad tiene un momento en el desarrollo evolutivo y es importante no saltárselo. De lo contrario el juguete lejos de ser educativo y divertido puede llegar a ser frustrante e incluso desarrollar su agresividad. Siempre puede haber un margen, dado que cada niño es diferente y tiene unas capacidades que se pueden salir algo del patrón común. Incluso podemos elegir juguetes teniendo en cuenta que van a jugar con un adulto, no solo vigilándolo, sino compartiendo el juego.

Los juguetes adecuados para bebes de 0-6 meses serian móviles para colgar en la  cuna, mordedores, peluches y pelotas blandos, sonajeros y espejos para bebes. A partir de 6 meses tentempies sonoros, libros de tela o plástico blanditos o juguetes para el baño. De 1 a 2 años pueden jugar con juegos de arrastre (sillitas de paseo, coches, trenes, correpasillos, etc.) pinturas de dedos, ceras blandas etc. Les gustan mucho los bloques de construccion, encajables, apilables y puzzles. Les llaman la atención los instrumentos musicales y les encanta que les lean cuentos de imágenes. A los 2 años ya pueden utilizar triciclos, juegos de memoria, recursos para desarrollar el juego simbólico, como utensilios del hogar, muñecos, juegos de herramientas, disfraces etc. también pelotas, toboganes y columpios.

Los juguetes deben reflejar los intereses del niño en cada momento de su desarrollo.

Al seguridad y la calidad ante todo

Otra característica imprescindible de un juguete es que sea seguro, si el niño es pequeño, de 0 a 3 años incluso, es conveniente que no  contenga piezas pequeñas que se puedan meter en la boca y acabar provocando un atragantamiento. Las pinturas deben ser adecuadas y no toxicas y los materiales resistentes, que no se rompan fácilmente, ya que igualmente se romperían en piezas pequeñas o incluso cortantes.

Para acertar debemos elegir comercios que tengan juguetes homologados, que cumplan los requisitos que se exigen en juguetes destinados a niños de edades tempranas. Hay juguetes que pueden ser atractivos en precio incluso muy vistosos, que no cumplen las normas de seguridad y que debemos rechazar sin dudar. Es preferible que los niños dispongan de un menor numero de juguetes pero que sean adaptados a su edad y seguros, aunque sean un poquito mas caros.

Los juguetes deben ser atrayentes para el niño. Les gusta la novedad, los colores, juguetes con movimiento y el ruido. Esto  no quiere decir que debamos valorar por encima de otros los juguetes que hacen mogollón de cosas con solo tocar un botón, con miles de luces y musiquitas. El juguete debe desarrollar la imaginación del niño, provocar momentos de descubrimiento y emoción basados en el estimulo que el juguete lleva implícito.

Si nos pasamos el efecto es el contrario

Es importante hacer hincapié tanto en la calidad de los juguetes, la intencionalidad con la que los compramos etc. como que el niño aprenda a valorar lo que tiene y sus pertenencias. En esto como en casi todo no es bueno la exageración. A veces exponemos a los niños a una sobrecarga de juguetes que lejos de divertirles y valorarlos pueden llegar a agobiarles.

En este momento que ya están cerca los Reyes, Papa Noel etc. seria bueno hacer una reflexión sobre la cantidad de cosas que se les regalan a los niños en estas épocas y que a veces consiguen desestimularles tanto que no se animan ni siquiera a abrirlos todos.

Los padres encargados de la educación de sus hijos tienen derecho a marcar pautas en cuanto a los regalos que reciben. Y si no podemos evitar la gran profusión de regalos deberíamos entregárselos paulatinamente para que disfruten jugando de una forma lógica, que nos haga evitar la sobreestimulación.

Compremos juguetes a nuestros peques que les hagan crecer y ayuden a su desarrollo, eligiéndolos pensando siempre en sus capacidades e intereses.

¿Qué criterios fijas tú para la compra de los juguetes de tu peque? ¿Los compartes con familia y amigos?


domingo, 28 de septiembre de 2014

Bebes: escuela infantil o cuidado en casa

Todas las opciones tienen sus pros y sus contras. Un bebé de 4 meses necesita unos cuidados básicos que requieren una atención profesional o de una persona con experiencia

El nacimiento de un bebé en una familia es un acontecimiento cargado de emociones: alegría, incertidumbre, ansiedad etc. Sobre todo queremos verle la carita y que nos digan que esta totalmente sano. A partir de ese momento la preocupación mayor es atender de manera adecuada todas sus cuidados y necesidades.



Los primeros meses de vida el cuidado del bebé suele estar atendido normalmente por sus progenitores, aunque tengan ayudas de familiares y amigos en momentos puntuales. Pero cuando acaba la baja maternal, la haya disfrutado el padre o la madre se plantea un serio interrogante que preocupa mucho a sus papis. ¿Cual será la mejor opción para resolver el cuidado de mi bebé mientras trabajó?

¿Quién va a cuidar de nuestro bebé?

Todas las opciones tienen sus pros y sus contras. Partimos de la base de que un bebé de 4 meses necesita unos cuidados básicos que requieren una atención a nivel profesional o si no a nivel familiar de una persona que sepa dárselos y que tenga cierta experiencia. Y debemos tener en cuenta que no todo el mundo esta preparado o dispuesto a asumir esa responsabilidad, sobre todo si hablamos del cuidado en una franja horaria amplia.

Con lo cual las opciones ante esta situación, el cuidado de nuestro bebé durante varias horas, serian:

- Un familiar que estuviera dispuesto y con capacidad para hacerlo.
- La contratación de una persona (yo recomendaría con titulación específica para el cuidado de niños y si pudiera ser con cierta experiencia).
- El acudir a una escuela infantil en la cual se imparta el primer ciclo de educación infantil.

Dependiendo de horarios y condiciones de trabajo es más adecuada una opción u otra. Si un familiar está dispuesto y ambas partes se ponen de acuerdo, en principio es una tranquilidad ya que sabemos que el bebé estaría con alguien a quien quiere y que le quiere y al cual no extrañaría. Aunque siempre pasar del cuidado de sus papas a otra persona es un gran cambio y requiere una adaptación.

Es una opción que comprendería su cuidado por una persona sola, en un ambiente familiar pero que no le aportaría mayor desarrollo a nivel social por ejemplo, y que su aprendizaje y desarrollo de hábitos etc. dependería de la educación de ese único familiar las horas que lo atendiera. Pero tratándose de la etapa 0-1 sería una buena opción.

La cosa se complicaría si tenemos que recurrir para el cuidado del bebé y la franja horaria que necesitáramos de varios familiares o cuidadores distintos durante el día, ya que el niño estaría sometido a varías formas de cuidar y educar distintas; eso no sería probablemente lo más adecuado. Las otras opciones serían dejar el cuidado del niño a profesionales. Puede ser contratando una persona que cuidaría al bebé sin necesidad de sacarlo de casa, lo cual es una ventaja. No tendría que madrugar, no cambiaría de entorno físico y el cuidado sería totalmente individualizado.

Lo más difícil de esta opción es precisamente encontrar una persona adecuada, formada y con experiencia y que nos perdure en el tiempo. Cumpliendo estas condiciones también deberíamos tener en cuenta que sería una opción cara sobre todo si son muchas horas las que estuviera al cargo del bebé.

Una escuela infantil puede ser una experiencia muy rica y satisfactoria

El que nuestro bebé acuda a una escuela infantil para su educación y cuidado es una opción muy satisfactoria a muchos niveles. En estos centros además de su cuidado iniciarían su educación y desarrollo de sus capacidades. Aseguraríamos que estaría cuidado por profesionales y la convivencia con otros bebés de su edad y en su mismo momento evolutivo. Elegiríamos entre varias escuelas infantiles dependiendo de varios factores como instalaciones, cobertura horaria del centro y sobre todo las referencias que tuviéramos de los profesionales que trabajan en ellas.

Si vamos a necesitar el cuidado del peque durante todo el periodo 0-3 años, yo si que recomiendo la elección desde el principio de una escuela infantil. Sobre todo porque los bebés se adaptan al centro y a sus cuidadores con una facilidad pasmosa, cosa que se complica en las siguientes edades de 1-2 y 2-3 años. Aunque al final con más o menos esfuerzo se adaptan a cualquier edad. Esta opción también implica sacar el bebé de casa a veces muy temprano y tendríamos que mentalizarnos de que el cuidado, aunque siempre suficiente, no sería tan individualizado, ya que en el aula de bebés el ratio es de 8 bebés de 0-1 año por aula. Pero a cambio recibirían una educación y cuidado de calidad y en un entorno con unas infraestructuras y un personal preparado y formado para ello. El handicap de las escuelas infantiles, es justo decirlo, es que el convivir de manera directa con otros niños también contraen muchas enfermedades. Cierto es que un entorno aséptico puede ser perjudicial para el desarrollo del sistema inmunológico de nuestros peques, pero también tenemos que considerar que hay pediatras que recomiendan no llevar a los niños a la guardería hasta pasados los 3 años, si no es necesario, debido a que consideran que su sistema inmunológico no está suficientemente maduro como para enfrentarse a un entorno de este tipo.

Debemos saber que por ley los niños no pueden pasar mas de 8 horas en un centro, si nuestros trabajos hacen que el cuidado del bebé sea de más horas, habría que combinar varias opciones. Tened en cuenta que todas estas opciones es mejor empezar a pensarlas con toda la anterioridad posible.

Disfrutad muchísimo de vuestros bebés durante la baja maternal y por favor no lo paséis mal pensando en la primera separación de vuestro bebé, seguro que acertareis con la elección si valoráis bien vuestras circunstancias y las necesidades de vuestro bebé.

¿Que otros pros y contras encuentras tú?





miércoles, 20 de agosto de 2014

Preparando la vuelta al cole: los peques también necesitan pretemporada

Es bueno volver a la rutina poco a poco, adaptando paulatinamente nuestros horarios

El verano es tiempo de vacaciones, de disfrute con nuestros niños. Aprovechamos para desconectar, vivir sin horarios, visitar lugares y realizar actividades que la rutina diaria no nos permitiría. Las vacaciones estivales son largas y da tiempo a muchas cosas. Los niños disfrutan del sol, la playa, el pueblo y la compañía de familiares y amigos en entornos relajados y tranquilos. Marcos inigualables para el derroche de energía de nuestros peques.



En las vacaciones cambiamos el ritmo de nuestra vida y de nuestros niños, nos podemos permitir cambiar ritmos de sueño, comidas etc. ya que no estamos sujetos a los horarios del día a día. También nos relajamos en otros temas, solemos darles mas caprichos a nuestros peques. Incluso en el tema de la disciplina y pequeñas obligaciones bajamos el listón. Asi recargamos pilas, desconectamos y disfrutamos de los días de relax que las vacaciones de cada uno nos permiten. Esto es necesario, las vacaciones estivales son una fuente de recuerdos mágicos en nuestras vidas y nos ayudan a afrontar la vuelta a la rutina con mas animo y fortaleza. Es importante volver al trabajo, al cole, o iniciar nuevas empresas con las pilas cargadas y con la sensación de que vamos a poder con todo.

No les echemos un cubo de agua helada por la cabeza

Para volver a la rutina de una forma adecuada es bueno hacerlo poco a poco. Deberíamos ir adaptando nuestros horarios: costumbres y rutinas a lo que va a ser nuestra vida después de las vacaciones. En el caso de los niños esto tiene mas importancia aun. Los niños tienen que volver a su rutina, horarios, disciplina escolar, comidas fuera del entorno familiar etc. Si pasamos del momento vacaciones directamente a la rutina les costara más, aunque los niños tengan una capacidad de adaptación enorme. Debemos adaptar progresivamente nuestras rutinas y acercarlas lo mas posible a las que los peques van a tener a diario y a partir de la vuelta al cole.

Si los niños van a tener que madrugar, no van a tener oportunidad de dormir siesta, o van a tener que comer en su centro escolar es bueno ir acercándose lo mas posible a esa situación. Si un niño esta despierto hasta las 12 de la noche o come a las 3 de la tarde en el periodo vacacional, debemos acercarnos lo mas posible a los horarios futuros, porque así el cambio sera mucho mas natural y nos costara menos la vuelta al cole de nuestros peques. Esto le va a venir bien a ellos y a los adultos que los cuidan, ya que la vuelta al cole en si supone mucha organización, compras, gastos, situaciones nuevas etc. y debemos afrontarlo con toda la energía y animo posible.

Transmitamos buenas vibraciones y positivismo

Es bueno que le transmitamos a nuestros peques lo positivo de volver al cole y días antes podemos ir introduciéndolo en nuestras vidas. Podemos hacer las compras escolares con ellos, transmitiéndoles ilusión hacia ese nuevo momento sobre todo en niños pequeñitos que van a tener su primer contacto con un centro escolar. Aprovechemos las compras de material escolar, ropita o los babis que van a usar allí para conversar con ellos sobre lo que va a ser su vida en la escuela infantil o el cole, despejando sus dudas si las tienen y sobre todo transmitiéndoles sentimientos positivos hacia el centro escolar y el cuidado que van a recibir. Así como lo que podrán disfrutar de nuevas actividades y relación con nuevos amiguitos.

Los niños que vuelven al cole ya tienen una referencia anterior lo cual les da seguridad y confianza, aunque el cambio de sus vacaciones a su rutina escolar también les costara un poquito. Pero haciéndolo de manera adecuada y adaptando sus horarios unos días antes seguro que sera un éxito. Todavía nos quedan un montón de días para disfrutar y compartir con nuestros peques y muchas situaciones y cosas nuevas que ver y sentir.

Pero recordad, cuando quede una semana mas o menos para la vuelta al cole asumamos el nuevo objetivo: que nuestros niños tengan la mejor adaptación posible en este cambio tan importante en su vida. Y facilitemos ese momento con un poquito de esfuerzo. Adaptemos nuestra vida familiar a la que sera el día a día en breve. Afrontemos ese momento con ánimo, positividad e ilusión y así se lo transmitiremos a nuestros niños. Al fin y al cabo la rutina es un medio en el que nos movemos cómodamente y es inevitable volver a ella.

¿Cómo preparas tú la vuelta al cole de tus peques?



miércoles, 16 de julio de 2014

Trucos que tu peque agradecerá para ayudarle a adaptarse al nuevo cole

Un trance que pasará rápido, los niños casi siempre se adaptan y disfrutan mucho de integrarse en un nuevo entorno social

La primera separación de un niño y su familia para acudir a un centro escolar es dura, pero haciéndolo en las condiciones adecuadas y aplicando unas pequeñas indicaciones y consejos no tiene porque ser traumática. La colaboración entre familia y escuela infantil o colegio es muy importante en los primeros momentos en los que el niño acude al centro. Es un factor decisivo para que el periodo de adaptación sea satisfactorio y de paso a un buen inicio de curso. En cualquier centro escolar nos darán unas pautas para llevar a cabo este periodo.



Normalmente el periodo de adaptación se hace de forma escalonada. Inicialmente acuden al centro en periodos cortos de tiempo que se van aumentando paulatinamente hasta completar la jornada que van a cumplir durante todo el curso. A veces es complicado conciliar esta situación con la vida familiar y laboral, pero el momento lo merece y hay que esforzarse todo lo posible, ya que una buena adaptación de un niño a un centro escolar garantiza la buena marcha del resto del curso, sobre todo en niños muy pequeñitos.

El hacerlo de manera paulatina y aumentando los tiempos que el niño permanece en el centro les da seguridad y les aporta confianza. La forma en que la familia afronta el inicio de un curso escolar y un nuevo centro se transmite al niño, por lo cuales muy importante tener una actitud positiva y relajada. El trasladarle al niño que va a ir a un sitio en el que lo van a tratar bien y que papa y mama están contentos de que vaya y se va a divertir con otros niños etc le aporta tranquilidad y seguridad. No hay que olvidar que la referencia principal del niño es su familia.

Un trance corto que hay que pasar

A todos nos afecta que un niño llore, pero debemos pensar que cuando acude a un centro escolar es lógico y normal que lo haga. Está ante una situación desconocida y con cuidadores que no conoce, con lo cual seria mas preocupante que no llorara.

Pero poco a poco se adaptara a esta nueva situación, dejará de llorar cuando acude al centro y los llantos darán paso a las sonrisas al encontrarse con sus cuidadores. El niño no debe ver en su entorno caras de preocupación o de angustia, o recibir mensajes tipo "no tengo mas remedio que dejarte aquí para ir a trabajar". Si ve gestos positivos hacia la escuela infantil o el cole, el niño ira interiorizando a su vez una imagen positiva del hecho de acudir a su escuela a diario.

Para esto es aconsejable tener información del centro al que van a acudir, visitarlo alguna vez antes de matricularlo, ver las instalaciones y tener un contacto aunque sea breve con los cuidadores o profesores que van a cuidar y educar a nuestros peques. Si la imagen que tenemos del centro y del personal que trabaja en el es buena los llevaremos a el con mas tranquilidad y eso nuestros niños lo van a percibir.

El periodo de adaptación es un periodo difícil y se nos puede hacer muy duro, ya que los niños hasta que se adaptan pueden manifestar comportamientos que antes no tenían, como demasiado apego a los papás dormir peor etc. Pero debemos pensar, mientras lo vivimos, que pasará y que al final los niños casi siempre se adaptan y disfrutan mucho de tener un nuevo entorno social en el que se desarrollarán de forma  adecuada y en el que serán felices.

Algunos trucos para que todo funcione mejor

Hay ciertos trucos que nos pueden ayudar en los primeros días que acuden al centro; por ejemplo, aunque cueste mucho que las despedidas sean cortas, el niño no va a parar de llorar aunque alarguemos la despedida y esto no hará mas que complicar el momento. Pero sí despedirse siempre cariñosamente. En ocasiones los papas por el agobio les dejan sin despedirse para hacerlo mas rápido, y eso es peor para el niño, que se puede sentir una mayor sensación de abandono. Recordarles a menudo, tanto por parte de los progenitores, como por los cuidadores, que todos los días van a venir a recogerlos les ayuda a estar mas tranquilos. Y por supuesto el  comprobarlo día a día, más; por eso es mas importante que nunca ser puntuales a la hora de la recogida en este periodo inicial .

Afrontemos este periodo como algo positivo para  nuestros peques teniendo en cuenta que pasa, visualizando lo bueno que va a aportarles a ellos y a sus familias el acudir a un nuevo centro educativo. No os desesperéis aunque al principio sea duro. Recordad siempre que los niños tienen mayor capacidad de adaptación a cualquier nueva situación que los adultos. En eso son unos todoterreno.

¿Tu ya has pasado por esto? ¿Qué trucos te funcionaron a tí para que tu peque fuera más contento al cole?

miércoles, 25 de junio de 2014

¿Está insoportable o tiene un problema de salud?

Un problema de salud, o la falta de descanso, puede hacer que nuestros niños lo pasen muy mal y se muestren insoportables

El día a día de nuestros peques puede resultar agotador, sobre todo para quienes se encargan de cuidarlos. Los niños parecen tener una energía inagotable que a veces supera a cualquier adulto. Ahora bien, para que tengan esta energía hay que atenderles mucho y respetar los ritmos de descanso, alimentación y cuidados que redundan en su salud.



Falta de descanso y humor de perros, ¿a ti no te pasa?

Es bastante común que con el aumento de horas de sol se cambien las rutinas de nuestros niños. Ellos mismos protestan más a la hora de ir a la cama porque ven que todavía no es de noche y se les hace raro. A veces también los adultos tenemos mas vida social y nos apetece estar por ejemplo en una terracita más tiempo que antes disfrutando de las horas de sol. Esto retrasa su hora de acostarse.

También es común que los niños lleguen a la cama sin haber bajado el ritmo de agitación después de una tarde de juegos o demasiado fatigados, lo cual hace que les resulte muy difícil conciliar el sueño. O incluso lleguen tan cansados que les resulte imposible cenar por el agotamiento que tienen.

Si los niños no descansan adecuadamente al final lo normal es que estén mas irritables, cansados y menos dispuestos a obedecernos con lo que a veces son objeto de riñas y castigos que no merecen del todo. Hay que medir y mucho las jornadas a las que se someten nuestros peques y sobre todo, si todavía van al cole, cuidar mucho sus rutinas.

Cuando están de vacaciones se puede cambiar más el modo de vida pero siempre con una base de cuidados que nunca hay que olvidar en niños pequeñitos. Los niños parecen tener una energía inagotable pero también necesitan recargar pilas.

¿Le vas a castigar por estar enfermo?

Otro caso aparte son los problemas de salud que pueden tener nuestros niños. La mayoría de los virus y enfermedades comunes que padecen son precedidos por un periodo de incubación que hace que nuestros niños a veces estén insoportables.

Hay que observar y escuchar a nuestros peques cuando tienen actitudes fuera de lo normal, cuando están demasiado inquietos o lloran por todo. Ellos saben contarnos muchas veces lo que les pasa aunque incluso no hayan adquirido todavía un lenguaje muy elaborado.

El que un niño este malito puede ser un descalabro en una familia, sobre todo si ambos padres trabajan, y es común que en las familias se funcione con el piloto automático y nos demos cuenta un poco tarde de que nuestro bebe o niño pequeño no esta al 100%. A veces después de haber pasado una semana de perros en la que el peque ha estado insoportable, ni come ni duerme bien, y para que siga el ritmo diario encima le hemos tenido que apretar más las tuercas.

Por eso el observar y escuchar a nuestros peques es tan importante, y debemos estar atentos a lo que les pasa, si están demasiado cansados, inapetentes, tienen demasiada sed, no se concentran etc. Hay multitud de síntomas que nos dan pistas para saber que el niño puede estar malito o lo va a estar. Así que armémonos de paciencia y mimémoslos mas que nunca en estas ocasiones. Y aunque sea difícil y complicado, que lo es, cuando estén malitos dejémosles descansar, interrumpamos su vida escolar, y démosles los cuidados que se merecen y que su pediatra nos indicará. Ah!, y cuando las enfermedades sean contagiosas respetemos los tiempos para que nuestros niños no contagien a otros; si todo el mundo lo hiciera los focos de infección se acabarían muy pronto y evitaríamos contagiar en ocasiones y ser contagiados en otras.

Hay enfermedades que necesitan de una observación especial por parte de las familias, como son las intolerancias y alergias; cada vez y por desgracia son mas comunes y hacen que nuestros niños lo pasen muy mal, e incluso les afecte al carácter. Es muy común por ejemplo en casos de niños celiacos que antes de un diagnostico correcto desarrollen un carácter uraño y poco comunicativo; los síntomas de esta enfermedad, cuando no se les ha retirado el gluten de su dieta, son molestos y dolorosos y casi constantes.

Así que, importante, para saber lo que les pasa a nuestros niños en cada momento muchas veces solo hay que escucharles y observarles. Ellos saben expresarse muy bien y a veces los síntomas hablan por si solos. No nos queda otra que permitirles recargar sus pilas aunque haya que tener mucha paciencia y extremar cuidados para que lo logren. Ellos por supuesto se lo merecen.

¿Cómo detectas tú que tu peque no se encuentra bien del todo?


domingo, 25 de mayo de 2014

Los cuentos: grandes transmisores de valores

Toda la vida se han contado cuentos a los niños y todos recordamos con dulzura los "momentos cuentos" en nuestras vidas. Cuando un adulto nos contaba un cuento nos transportaba a otra realidad, a otros países y fantasías y se creaba un momento mágico difícil de superar.



Los cuentos son un gran recurso de aprendizaje, el leer cuentos a los niños nos sirve para muchas cosas: transmiten valores, entretienen, desarrollan la afectividad, y es el inicio y la semilla para el desarrollo de la lecto-escritura. Si descubrimos a los niños la magia de los cuentos, ellos probablemente cuando aprendan a leer, querrán seguir disfrutando de ellos por su cuenta.

En cuanto a la transmisión de valores debemos tener en cuenta que esto es así y elegir cuentos sabiendo los valores que transmiten. Cuando un cuento llega a una casa se llega a contar infinidad de veces, no solo una. A los niños les gusta que le cuenten el mismo cuento muchas veces. A ellos les gusta poder anticipar el final.
Teniendo en cuenta esto y otros factores lo que le transmite el cuento les va quedando en su interior y forma así parte incluso de su educación.

No todos los cuentos infantiles son adecuados

Los llamados cuentos tradicionales a veces transmiten unos valores que ya no concuerdan con la realidad que estamos viviendo, ni con los avances que se han hecho en muchos campos. Todo evoluciona, por lo tanto los cuentos infantiles también deben hacerlo. A veces hay cuentos que a nosotros nos han contado y que nos apetece por inercia contar a nuestros pequeños. Los cuentos son un gran recurso, pero como todo hay que hacer un análisis previo de su contenido, y de lo que vamos a transmitir a nuestros niños con su lectura. No todos los cuentos tradicionales son sexistas o transmiten valores equivocados pero algunos si. Y por supuesto alguno contemporaneo seguro que también. Asi que os animo a hacer un pequeño analisis del cuento antes de comprarlo y contarlo.

Hoy en día hay en el mercado multitud de cuentos que podemos usar en muchas ocasiones como apoyo.
Por ejemplo, hay algunos que nos ayudan a explicar un embarazo y nacimiento de un bebe, para ayudarnos a contar a un niño que es adoptado, o para desarrollar tolerancia hacia las diferencias.

Los cuentos: una ventana a la libertad

La vida va cambiando, las familias, los modos de relación etc. los cuentos de hoy en día tienen que reflejar estos cambios. De las cosas mas importantes que puede transmitir un cuento es que podamos tener libertad para elegir. En algunos cuentos podemos dejar un final abierto modificándolo un poquito y lo que se transmitiría seria muy distinto del original.

Recientemente jugando a las princesas con una niña de unos cuatro años, cuando ya estábamos vestidas como tales le pregunte si quería buscar un príncipe. Ella me dijo que no, que príncipe no, que quería un bebe para cuidarlo ella en su palacio. Si nuestros niños ya tienen esa sensación de libertad y amplitud de miras por si mismos valoremoslo y no demos un paso atrás contándoles cuentos con contenidos encasillados.

Contemos cuentos a nuestros peques pero con la seguridad de que lo que les transmiten son valores adecuados. Disfrutemos de esos "momentos cuento" pero con la responsabilidad de haber analizado antes los contenidos. Tenemos la suerte hoy en día de contar con numerosas lecturas adecuadas y magníficamente ilustradas que harán las delicias de nuestros niños, así que aprovechémoslo.

Y ante la pregunta ¿me cuentas un cuento? digamos siempre sí.

¿Cuales son los cuentos preferidos de tu peque?


lunes, 28 de abril de 2014

Los juegos: cómo liberarte de tener que vigilar a tu peque

Los juegos fomentan la socialización, sirven para crear situaciones paralelas a la realidad y establecer limites, y ayudan a liberar estrés, tanto en niños como en adultos

En las familias en las que hay uno o varios niños, a veces se producen auténticos momentos de caos, el día a día se torna duro y se tiene la sensación de que faltan horas. Los niños pequeños tienen muchas necesidades que los adultos deben solventar y es verdad que, aunque dan muchas satisfacciones, también dan mucho trabajo. Esto puede hacer que se pierdan muchas cosas por el camino y que no se creen muchas situaciones de disfrute con nuestros peques.



Escápate de la rutina con tu hijo 

En ocasiones hay que parar y reflexionar, y valorar la maravilla de tener bebes y niños de una edad temprana. Hay que disfrutar y mucho de nuestros peques. Y la mejor forma de disfrutar con ellos y que ellos lo hagan también es jugando. El juego es una inagotable fuente de disfrute, promueve momentos divertidos y facilita las relaciones niño-adulto. Muchos niños a veces, están deseando que un adulto juegue con ellos y estos se limitan a vigilarlos.

Jugar con un niño es interactuar con el, ponernos a su nivel y compartir sensaciones, nos va a ayudar a conocerlo y a establecer con el una relación cercana y relajada. Todos si echamos la vista atras y hacemos memoria, recordamos algún adulto en nuestra infancia que jugara con nosotros y que fuera especialmente 'payaso' y desinhibido con el que pasamos buenos momentos de juego.Y, ¿a que son recuerdos especialmente bonitos?

Los juegos son un buen recurso, por supuesto educativo, favorecen la socializan, la interiorización de normas y también nos sirven para crear situaciones paralelas a la realidad y con esto establecer limites. Y ayudan a liberar estrés tanto en niños como en adultos. Con una simple pelota podemos pasar una tarde jugando con nuestros peques y olvidarnos de todos los agobios de la semana.

Algunos ejemplos para darte un empujoncito

Los juegos simbólicos, propio de edades tempranas, también dan pie a numerosas situaciones de disfrute y aprendizaje. Por ejemplo jugando a ser personajes diversos, o escenificando situaciones (estoy en la peluquería y tu me peinas, jugamos a hacer la comida etc.). Y si ademas les permitimos disfrazarse con telas,collares,sombreros etc. haremos las delicias de nuestros peques. Podemos pasar horas, siendo enfermeras, capitanes, princesas o ranas. La imaginación de nuestros niños favorecerá la aparición de infinitos personajes.

Los juegos de reglas, aunque sean sencillos, también les aportan en su desarrollo. Con ellos aprenden a interiorizar normas, desarrollan la atención y aparecen nuevas formas de relación. El simple hecho de aprender a guardar turno les va a servir en multitud de ocasiones en su vida diaria. Estos juegos son una estupenda oportunidad para pasar un rato distendido en familia participando todos.

Los juegos al aire libre, ya sea en el parque, la playa, o en el campo, son ya por supuesto los preferidos por casi cualquier niño, y aunque necesitan de mas infraestructura, haciendo un pequeño esfuerzo podemos proporcionárselos con bastante asiduidad. Los niños necesitan jugar al aire libre. Necesitan cambiar de espacio de vez en cuando y aunque el clima a veces nos lo ponga difícil, debidamente equipados, pueden salir casi en cualquier época. No hay nada mas emocionante y divertido para la mayoría de los niños que meterse de lleno en un charco, bueno y para mas de un adulto también. Llevando unas buenas botas de goma esto no supondría ningún problema.

Lo mas importante es parar y crear situaciones de relax con los niños que inviten al juego y a pasar ratos divertidos con ellos. Aunque al momento nos tengamos que hinchar a organizar la casa y a poner lavadoras !Que se le va a hacer! Pero merece la pena. Ponernos a su altura y jugar a su nivel dependiendo de la edad que tengan, nos va a dar a nosotros los adultos una gran satisfacción y ademas una oportunidad de evadirnos de la realidad y volver a la infancia.

Te lo puedo asegurar, se disfruta muchísimo jugando con niños pequeños y ellos lo agradecen. No nos limitemos a vigilar y ver como juegan, lancémonos al barro y ya veréis que de cosas positivas conoceréis de vuestros niños jugando con ellos. Para mi, no hay sonido mas bonito que las risas de niños pasándoselo bomba jugando a lo que sea. Si tenéis niños pequeños en vuestra vida provadlo. No os arrepentiréis. Y ellos ademas os querrán un poquito mas.

¿Y a ti, a qué te gusta jugar con los peques?




lunes, 14 de abril de 2014

Las rutinas: grandes aliadas del desarrollo de nuestros hijos

La palabra rutina a veces adquiere tintes peyorativos. Pero todos en nuestra vida establecemos ciertas rutinas que nos ayudan a llevar de una forma organizada el día a día y nos lo hacen mas fácil. Al final, por mucho que le demos vueltas, donde mas cómodos nos movemos es en la rutina diaria.

Esto es importante en los adultos, pero mucho mas en los niños que, aunque tienen mas capacidad para adaptarse a casi cualquier rutina, también se descompensan mas fácilmente si se las cambiamos y les cuesta más volver a ellas. Los niños al tener unas necesidades especificas de sueño, alimentación, higiene etc. necesitan también unas rutinas muy marcadas para poder solventarlas. Unas rutinas que además van a favorecer la adquisición de hábitos y su autonomía.



En el cole y en casa

Las vidas de nuestros peques desde que nacen están enmarcadas por horarios que al principio sobre todo están sujetos a el sueño y la alimentación. Ya en un bebe, si estas dos necesidades están resueltas de manera adecuada, con sus horarios y una rutina que nos ayude a llevarlo a cabo, su vida sera mucho mas placentera y la de sus papas también. Si el bebe es sano y sin ningún problema añadido, el marcar unos horarios para darle sus tomas, cada tres horas y poco a poco se va espaciando, y el dotarle de una tranquilidad para que respetemos sus horas de sueño, nos ayuda a que se vaya desarrollando con normalidad. En los niños mas mayorcitos es muy importante ir estableciendo rutinas que a su vez van unidas a la adquisición de hábitos.

En las escuelas infantiles y colegios se usan y se valoran mucho las rutinas. Nos ayudan a organizarnos y sobre todo les dan a los niños un referente, un poder anticiparse a lo que va a pasar que les aporta mucha seguridad. Tener unas rutinas, asociadas por supuesto a unos horarios y a una metodología hace que el engranaje del aprendizaje y la educación funcione mejor.

En casa también es importante establecer unos horarios de comida, sueño, juego e higiene que hacen que los niños estén mas relajados y disfruten mas de lo que hacen.

Un poco de relajación vale, pero necesitamos transición

A veces es bueno salirse de la rutina y dedicar una tarde a cosas que no hacemos habitualmente con los niños. O los fines de semana dejarles dormir mas si son dormilones, o si comemos con familia o amigos no estar sujetos a la precisión de los horarios. Todas las rutinas se pueden variar ligeramente sin que haya un descalabro. Aunque, por ejemplo, si cambiamos mucho los hábitos de sueño de un niño el fin de semana es prácticamente imposible que el domingo se acueste a su hora habitual. Y por lo tanto seria milagroso que el lunes se levante con la energía suficiente para aguantar su jornada habitual sin problemas.

En periodos vacacionales largos si que por supuesto se establecen rutinas distintas y menos rígidas, ya que el niño y su familia no tienen las mismas obligaciones. Es bueno eso si, recuperar la rutina poco antes de la vuelta al cole y a nuestras obligaciones habituales. Una semana antes deberíamos ir acercándonos a los horarios de sueño, alimentación etc., a los que nos va a obligar el día a día cuando nuestro tiempo de vacaciones acabe.  Esto que es tan básico y tan sencillo de hacer, facilitará la vuelta al cole del peque y el periodo de adaptación a su vida escolar sera mas llevadero.

Así que valoremos el poder establecer rutinas y horarios en nuestras vidas ya que nos sirven de apoyo y facilitan el desarrollo de nuestros peques. Y si nos salimos de ellas debemos estar seguros de que podamos volver con facilidad y sin traumas a nuestro bendito día a día. Que quien no ha dicho alguna vez: !por fin se acaban las vacaciones, niños al cole!

¿Qué tal lo llevas tú?




domingo, 30 de marzo de 2014

Nuestros nenes no son superheroes, debemos darles los descansos que necesitan

Debemos planificar la vida de nuestros peques de manera que no tengan que tirar de su cuerpo mas que muchos adultos

Los niños tienen unas necesidades básicas que los adultos tenemos que cubrir y resolver. La alimentación, el aseo y el descanso son necesidades que cualquier adulto tiene claro que tienen que ser atendidas en un bebe o un niño pequeño.



El descanso abarca desde lo mas básico, como son las horas de sueño repartidas entre las horas de nocturnas y alguna siesta diurna, hasta periodos vacacionales o atenciones muy concretas cuando los niños están malitos.

A los niños también hay que darles "la baja"

El modo de vida que llevamos actualmente, nos hace a veces desatender esta necesidad en los niños muy pequeñitos. El ritmo frenético al que se ven sometidas muchas familias en la actualidad debido a horarios de trabajo que nos hacen difícil conciliar vida laboral y familiar y otros muchos factores, dejan a nuestros pequeños sin descansos que son imprescindibles para que se desarrollen con cierta comodidad y felices.

Desde bebes nuestros niños acuden a escuelas infantiles, guarderías o ludotecas para su cuidado. Esto es imprescindible para poder poder conciliar vida familiar y laboral en muchos casos, cuando ambos padres trabajan, familias monoparentales etc.

El problema surge cuando los niños o incluso bebes aunque estén malitos siguen acudiendo a estos centros para su cuidado. Un niño cuando esta enfermo no debería salir de su hogar y requiere unos cuidados que una rutina escolar no permite. O cuando no pueden hacer ni un pequeño parón entre trimestre y trimestre.
Unos días de descanso aunque no nos lo parezca son imprescindibles para el bienestar del niño. Si los adultos los necesitamos ellos mas.

Las dificultades laborales que hoy en día sufrimos y los problemas del día a día a los que nos vemos sometidos no deben llevar al agotamiento de nuestros pequeños. Debemos reflexionar sobre esto.
La dinámica actual de nuestra sociedad no tiene que implicar necesariamente que los niños tengan que someterse a jornadas agotadoras,el sobreesfuerzo de acudir a centros escolares enfermos y medicados o a suprimir por completo las benditas vacaciones.

No son imprevistos: debemos tener la solución preparada

Los niños necesitan descansar, aunque a veces pensemos que ellos pueden con todo. Es una pena que esto sea tan difícil de llevar a cabo. Porque lo es. Pero hay que pensar en ello. Debemos planificar la vida de nuestros peques de manera que no tengan que tirar de su cuerpo mas que muchos adultos. No es justo que un niño que a pasado una noche malísima, con fiebre, tos o cualquier otra dolencia, al día siguiente tenga que estar sin remedio en un centro escolar. O que después de un trimestre entero madrugando y esforzándose por aprender cosas nuevas, no pueda salirse unos días de la rutina y pasar unos días tranquilo y sin horarios.

Con planificación esto muchas veces lo podemos mejorar. Por ejemplo cuadrando las vacaciones de los padres con las vacaciones escolares, aunque a veces por supuesto haya que sacrificar otras cosas. Muchos padres eligen tener parte de sus vacaciones por separado para poder cubrir mas días el cuidado de sus hijos. O cogerlas en varios periodos sueltos en vez de un mes seguido etc.

Y muy importante tener resuelto el imprevisto de cuando se ponen malitos. Si esperamos a levantarnos un día con el niño con fiebre sin tener un recurso ya pensado, el resultado sera desastroso.Y lo mas probable es que el niño acuda a su centro escolar después de haber tomado una medicación que le baje la fiebre.

Mención especial a los abuelos que resuelven muchos de estos imprevistos y que muchas familias no sabrían que hacer sin ellos. Sin duda la mejor solución para respetar el descanso de nuestros peques en momentos puntuales es echar mano de la familia, tíos, abuelos etc., personas que forman parte del entorno del niño, que lo conocen, y con los cuales se siente a gusto, querido y bien cuidado.

Así que valoremos la necesidad de descanso de nuestros peques como parte importante de su desarrollo y planifiquemos para que dentro de cada familia se lo podamos dar al máximo. Ellos nos lo agradecerán muchísimo, con su salud y la mejor de sus sonrisas.

¿Cómo te organizas tú?


domingo, 16 de marzo de 2014

Cómo instaurar y corregir comportamientos: pequeños premios grandes resultados

Los premios funcionan muy bien, tanto para instaurar conductas adecuadas, como para eliminar las inadecuadas

Educar a nuestros niños es un gran privilegio y por supuesto una gran responsabilidad. Tenemos que ser conscientes que lo hacemos desde el momento del nacimiento.Ya cuando un bebe nace se ajusta a unos horarios de sueño, de comida, de formas de hacer las cosas en general. Es una tarea difícil, pero para ella nos podemos ayudar de muchos recursos y estrategias.



Importante tener claro que lo estamos haciendo, tener intencionalidad y sobre todo coherencia. Es decir, que el niño ante un mismo hecho reciba la misma respuesta. Si dudamos y un día castigamos o premiamos una actuación de nuestro peque, y al día siguiente hacemos lo contrario, el niño no va a instaurar ni corregir ninguna conducta.

Según la edad tenemos distintas herramientas

Los niños son como esponjas y absorben todo lo que les llega del entorno. Aprovechemos esto para educarles. Ellos muy pronto saben valorar la respuesta que reciben ante sus hechos. Al principio, cuando son muy pequeñitos, funciona la consecuencia directa ante un acto, el refuerzo positivo o negativo inmediato. Con la edad de dos años mas o menos, ya van teniendo mayor capacidad y bagaje de experiencias y saben anticiparse a los comportamientos que realizan. Saben si es adecuado o inadecuado lo que van a hacer.

Cuando los niños tienen esa capacidad funciona muy bien el sistema de premios. Para mi siempre es preferible aplicar un premio antes que un castigo. Los premios funcionan muy bien tanto para instaurar conductas adecuadas como para eliminar las inadecuadas. Además cuando la conducta se instaura y forma parte de su rutina podemos eliminar el premio sin ningún problema. ¡Y milagro se mantiene!

Pequeños premios y grandes recompensas

Cuando hablamos de premio no tenemos que irnos a que les compramos un juguete o ir al cine. Eso serian premios "gordos", como para abandonar el habito del chupete o que aprendan a dormir solitos, por ejemplo.
Para adquirir hábitos del día a día, a veces el premio simplemente puede ser un beso, un abrazo o una palabra de cariño o aprobación. Esto para los niños puede ser el mejor premio, tanto en el ambiente familiar como el escolar.

A veces los premios son inmediatos, en cuanto realizan la conducta, se les da. Por ejemplo,en el control de esfínteres, cuando empiezan a usar el orinal el aplauso es un refuerzo que funciona muy bien. Los niños se suelen emocionar con ello, lo cual les hace repetir. En otro tipo de comportamiento, por ejemplo, vestirse solito (cuando su edad se lo permita) el premio seria a largo plazo. Y tendría que repetirse varias veces la conducta para recibirlo. Si recibiera un premio inmediato la conducta no quedaría instaurada. Se puede poner de plazo una semana vistiéndose solito. Si el premio se pone demasiado lejos el niño podría desmotivarse y pasar del tema.

Ante un comportamiento inadecuado  al niño se le ofrecería el premio si abandona dicho comportamiento. Hablaríamos con el peque hasta que tuviéramos el convencimiento de que nos ha entendido. Incluso podríamos planteárselo como un juego firmando un supuesto contrato. Nosotros  nos comprometemos con el premio y el niño a eliminar la conducta inadecuada.

Los padres conocedores absolutos de sus hijos en estas edades son los que saben que premios les harán mas ilusión. La elección de los premios es muy importante para el éxito de este proceso.

Y finalmente, es vital en este camino mantenernos en lo que prometemos. Siempre que ofrezcamos un premio a un niño hay que dárselo. Si el niño se siente engañado aunque solo sea en ocasiones probablemente se desmotivara. De la misma manera no se lo daríamos si no realiza lo pactado.

Y mi consejo personal: ¡Animaros siempre que se pueda a premiar antes que castigar! Pero cuidado con nuestros peques porque son verdaderos negociadores de premios.




domingo, 2 de marzo de 2014

¿Moda infantil? Si pero pensando en el bienestar del niño

Esta bien que la moda infantil se nutra en parte de las tendencias del momento, pero tengamos en cuenta que los niños tienen distintas necesidades que los adultos y también otras limitaciones

Que los niños son una fuente de inspiración para muchos negocios, eso lo sabemos todos. Y los empresarios saben que nos rascamos el bolsillo con mas gusto para nuestros peques, incluso que para nosotros mismos. El mundo de la moda infantil es una oportunidad de oro para muchas marcas porque saben del tirón que supone vestir bebes y niños pequeños.

Siempre gusta, por supuesto, ver a nuestros niños bien vestidos, con ropita graciosa y muy a la moda.




Lo importante es la comodidad y la autonomía del niño

Desde hace tiempo la moda infantil importa las tendencias de la moda adulta para mi gusto en demasía. Tenemos que tener en cuenta que los niños son un mundo a parte y que antes que ciertas normas estéticas deben primar otros criterios a la hora de vestirlos. Criterios como: comodidad, uso de tejidos adecuados, y sobre todo, en niños un poco mas mayorcitos, que favorezcan su autonomía y les permitan libertad de movimientos.

A veces vemos escaparates de moda infantil que nos pueden obnubilar con modelos, que en cualquier niño pequeñito lucen mucho, pero que no son nada prácticos. Y que pueden acabar siendo una tortura para los mas pequeños.

El ejemplo mas claro y actual son los pantalones pitillo, que ahora los podemos encontrar hasta para bebes de mesecitos. El bebe esta riquísimo con su pantalón pitillo. Parece un adolescente en miniatura. Pero no olvidemos que el pobre tiene que padecer el que se lo pongan y que se lo quiten. ¡En el caso de un pantalón pitillo los cambios de pañal pueden aumentar de media cinco minutos! Y ya,si el niño esta en proceso de quitar el pañal y tiene lo que llamamos un "accidente", el pantalón pitillo se agarra a sus piernas de tal manera que dan ganas de sacar la tijera.

También podríamos hablar de la ropa de abrigo, que ya de por si nos cuesta ponérsela.  Hay que tener en cuenta que a los niños les ponemos la ropa de abrigo dentro de casa y en ambientes de mucho calor. Si el proceso de ponérsela se alarga, porque las prendas tengan mangas imposibles o cierres dificilísimos, el momento de abrigarlos sera siempre desagradable y de lucha con nuestros peques. Es mucho mas practico que sean prendas un poco mas holgadas y fáciles de poner y abrochar.

Esta bien que la moda infantil se nutra en parte de las tendencias del momento, pero hasta cierto punto. Los niños tienen distintas necesidades que los adultos y también otras limitaciones. Y sobre todo realizan distinto tipo de actividades en el día a día. Eso los diseñadores de moda infantil deberían respetarlo.Y si no, ahí estarán sus padres a la hora de elegir su vestuario.

Las telas naturales son salud

Caso aparte son los tejidos que se utilizan, cuanto mas naturales sean mejor (algodón, lino...) sobre todo en este momento que muchos niños tienen alteraciones cutáneas. También considero muy importante que las prendas infantiles sean fáciles de lavar y planchar para que nuestros peques luzcan bien sin necesidad de que sus padres tengan que hacer coladas interminables.

Esto no quiere decir que no podamos caer en la tentación de vestirles en ocasiones especiales con ropitas, que aunque no sean nada practicas, nos dan una imagen de nuestros niños con la que se nos cae la baba. De todas maneras, hoy en día hay un mercado muy amplio en moda infantil, y muchos diseñadores valoran estos criterios, sin dejar de lado una estética bonita y simpática que hacen que nuestros peques estén para comérselos. Cosa que por otro lado no es nada difícil.

Todos nos hemos encontrado con alguna prenda que al final no usamos porque al niño el resulta incomoda, le roza, suda mucho con ella, casi no le entra por la cabeza etc.

¡Así que elijamos bien y disfrutemos de nuestros peques con sus modelitos!

¿Qué opinas?




lunes, 24 de febrero de 2014

Stop: límites en la educación de los peques

Educar con generosidad no significa ser blando y admitir todo lo que hagan nuestros peques, sino tener paciencia y estar a su lado intentando guiarles en su crecimiento

Todos los que tenemos niños muy pequeños en nuestras familias o trabajamos con ellos, sabemos de la alegría e ilusión que nos proporcionan. Valoramos muchísimo que estas pequeñas personitas formen parte de nuestras vidas y disfrutamos de cada momento que vivimos con ellos. Por ello intentamos protegerlos, cuidarles y evitarles cualquier sufrimiento o incomodidad. Es nuestro instinto.



Ahora bien, estos sentimientos hacia nuestros peques hay que saber gestionarlos. El que deseemos por encima de todo su bienestar no puede chocar con el hecho de educarles correctamente. Los niños para evolucionar y desarrollarse pasan por momentos difíciles en los que sufren, que forman parte de su aprendizaje y que normalmente resuelven sin problemas. Podemos caer en el error de evitarles todo sufrimiento, no querer que lloren por nada o facilitarles todo sin dejarles crecer. En otras palabras, no ponerles limites hagan lo que hagan y no decirles nunca que no.

Los límites son imprescindibles

Los niños necesitan limites y normas que enmarquen sus comportamientos lo cual además favorecerá su autonomía. A veces llevar esto a la práctica nos resulta duro, pero tenemos que tener en cuenta que los niños a los cuales no se les ponen limites en su ámbito familiar o escolar son niños mas inseguros, que no saben nunca a que atenerse y por tanto no son mas felices. Sin embargo, a los que se les ponen limites y normas son mas seguros y autónomos.

Es muy importante que los niños aprendan a aceptar normas y a tolerar las frustraciones. No olvidemos que una parte importantísima de la personalidad se forma en el periodo de 0 a 6 años, y lo que sembremos en ellos en este momento lo recogerán en la edad adulta. Si un niño sabe lo que esta bien o mal y lo que se le permite o no, dependiendo del ámbito en el que este, tiene referencias para actuar. Lo cual no quiere decir que no vaya a tener nunca comportamientos inadecuados. ¡Por supuesto! Pero le sera mas fácil acertar. ¿Verdad?

Tenemos que saber lo que les podemos pedir en función de su edad

Al final siempre es menos complicado movernos en un mundo donde sabemos lo que se espera de nosotros. Pues esto no es distinto en el mundo infantil. Educar con generosidad no significa ser blando y admitir todo lo que hagan nuestros peques, sino tener paciencia y estar a su lado intentando guiarles en su crecimiento.

También, por supuesto tenemos que tener muy claro lo que podemos pedirles a los niños dependiendo de la edad que tengan y el momento de desarrollo en que se encuentren. Seria muy injusto pedirles algo que sus capacidades por edad no les permiten hacer.

Asi que, disfrutemos de nuestros niños, ayudándoles a crecer, permitámosnos mimarlos, achucharlos y creemos situaciones maravillosas que favorezcan aprendizajes para ellos. Eso si teniendo claro que mimar no es consentir y que nuestros peques saben mucho y nos lo pondrán difícil.

Pero todos sabemos que no hay nada mas bonito que la sonrisa de un niño que ha aprendido algo nuevo.
Ayudarles a ello es una buena manera de quererles.

¿Tienes alguna anécdota de cómo has conseguido ponerle límites a tu peque?