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domingo, 30 de marzo de 2014

Nuestros nenes no son superheroes, debemos darles los descansos que necesitan

Debemos planificar la vida de nuestros peques de manera que no tengan que tirar de su cuerpo mas que muchos adultos

Los niños tienen unas necesidades básicas que los adultos tenemos que cubrir y resolver. La alimentación, el aseo y el descanso son necesidades que cualquier adulto tiene claro que tienen que ser atendidas en un bebe o un niño pequeño.



El descanso abarca desde lo mas básico, como son las horas de sueño repartidas entre las horas de nocturnas y alguna siesta diurna, hasta periodos vacacionales o atenciones muy concretas cuando los niños están malitos.

A los niños también hay que darles "la baja"

El modo de vida que llevamos actualmente, nos hace a veces desatender esta necesidad en los niños muy pequeñitos. El ritmo frenético al que se ven sometidas muchas familias en la actualidad debido a horarios de trabajo que nos hacen difícil conciliar vida laboral y familiar y otros muchos factores, dejan a nuestros pequeños sin descansos que son imprescindibles para que se desarrollen con cierta comodidad y felices.

Desde bebes nuestros niños acuden a escuelas infantiles, guarderías o ludotecas para su cuidado. Esto es imprescindible para poder poder conciliar vida familiar y laboral en muchos casos, cuando ambos padres trabajan, familias monoparentales etc.

El problema surge cuando los niños o incluso bebes aunque estén malitos siguen acudiendo a estos centros para su cuidado. Un niño cuando esta enfermo no debería salir de su hogar y requiere unos cuidados que una rutina escolar no permite. O cuando no pueden hacer ni un pequeño parón entre trimestre y trimestre.
Unos días de descanso aunque no nos lo parezca son imprescindibles para el bienestar del niño. Si los adultos los necesitamos ellos mas.

Las dificultades laborales que hoy en día sufrimos y los problemas del día a día a los que nos vemos sometidos no deben llevar al agotamiento de nuestros pequeños. Debemos reflexionar sobre esto.
La dinámica actual de nuestra sociedad no tiene que implicar necesariamente que los niños tengan que someterse a jornadas agotadoras,el sobreesfuerzo de acudir a centros escolares enfermos y medicados o a suprimir por completo las benditas vacaciones.

No son imprevistos: debemos tener la solución preparada

Los niños necesitan descansar, aunque a veces pensemos que ellos pueden con todo. Es una pena que esto sea tan difícil de llevar a cabo. Porque lo es. Pero hay que pensar en ello. Debemos planificar la vida de nuestros peques de manera que no tengan que tirar de su cuerpo mas que muchos adultos. No es justo que un niño que a pasado una noche malísima, con fiebre, tos o cualquier otra dolencia, al día siguiente tenga que estar sin remedio en un centro escolar. O que después de un trimestre entero madrugando y esforzándose por aprender cosas nuevas, no pueda salirse unos días de la rutina y pasar unos días tranquilo y sin horarios.

Con planificación esto muchas veces lo podemos mejorar. Por ejemplo cuadrando las vacaciones de los padres con las vacaciones escolares, aunque a veces por supuesto haya que sacrificar otras cosas. Muchos padres eligen tener parte de sus vacaciones por separado para poder cubrir mas días el cuidado de sus hijos. O cogerlas en varios periodos sueltos en vez de un mes seguido etc.

Y muy importante tener resuelto el imprevisto de cuando se ponen malitos. Si esperamos a levantarnos un día con el niño con fiebre sin tener un recurso ya pensado, el resultado sera desastroso.Y lo mas probable es que el niño acuda a su centro escolar después de haber tomado una medicación que le baje la fiebre.

Mención especial a los abuelos que resuelven muchos de estos imprevistos y que muchas familias no sabrían que hacer sin ellos. Sin duda la mejor solución para respetar el descanso de nuestros peques en momentos puntuales es echar mano de la familia, tíos, abuelos etc., personas que forman parte del entorno del niño, que lo conocen, y con los cuales se siente a gusto, querido y bien cuidado.

Así que valoremos la necesidad de descanso de nuestros peques como parte importante de su desarrollo y planifiquemos para que dentro de cada familia se lo podamos dar al máximo. Ellos nos lo agradecerán muchísimo, con su salud y la mejor de sus sonrisas.

¿Cómo te organizas tú?


domingo, 16 de marzo de 2014

Cómo instaurar y corregir comportamientos: pequeños premios grandes resultados

Los premios funcionan muy bien, tanto para instaurar conductas adecuadas, como para eliminar las inadecuadas

Educar a nuestros niños es un gran privilegio y por supuesto una gran responsabilidad. Tenemos que ser conscientes que lo hacemos desde el momento del nacimiento.Ya cuando un bebe nace se ajusta a unos horarios de sueño, de comida, de formas de hacer las cosas en general. Es una tarea difícil, pero para ella nos podemos ayudar de muchos recursos y estrategias.



Importante tener claro que lo estamos haciendo, tener intencionalidad y sobre todo coherencia. Es decir, que el niño ante un mismo hecho reciba la misma respuesta. Si dudamos y un día castigamos o premiamos una actuación de nuestro peque, y al día siguiente hacemos lo contrario, el niño no va a instaurar ni corregir ninguna conducta.

Según la edad tenemos distintas herramientas

Los niños son como esponjas y absorben todo lo que les llega del entorno. Aprovechemos esto para educarles. Ellos muy pronto saben valorar la respuesta que reciben ante sus hechos. Al principio, cuando son muy pequeñitos, funciona la consecuencia directa ante un acto, el refuerzo positivo o negativo inmediato. Con la edad de dos años mas o menos, ya van teniendo mayor capacidad y bagaje de experiencias y saben anticiparse a los comportamientos que realizan. Saben si es adecuado o inadecuado lo que van a hacer.

Cuando los niños tienen esa capacidad funciona muy bien el sistema de premios. Para mi siempre es preferible aplicar un premio antes que un castigo. Los premios funcionan muy bien tanto para instaurar conductas adecuadas como para eliminar las inadecuadas. Además cuando la conducta se instaura y forma parte de su rutina podemos eliminar el premio sin ningún problema. ¡Y milagro se mantiene!

Pequeños premios y grandes recompensas

Cuando hablamos de premio no tenemos que irnos a que les compramos un juguete o ir al cine. Eso serian premios "gordos", como para abandonar el habito del chupete o que aprendan a dormir solitos, por ejemplo.
Para adquirir hábitos del día a día, a veces el premio simplemente puede ser un beso, un abrazo o una palabra de cariño o aprobación. Esto para los niños puede ser el mejor premio, tanto en el ambiente familiar como el escolar.

A veces los premios son inmediatos, en cuanto realizan la conducta, se les da. Por ejemplo,en el control de esfínteres, cuando empiezan a usar el orinal el aplauso es un refuerzo que funciona muy bien. Los niños se suelen emocionar con ello, lo cual les hace repetir. En otro tipo de comportamiento, por ejemplo, vestirse solito (cuando su edad se lo permita) el premio seria a largo plazo. Y tendría que repetirse varias veces la conducta para recibirlo. Si recibiera un premio inmediato la conducta no quedaría instaurada. Se puede poner de plazo una semana vistiéndose solito. Si el premio se pone demasiado lejos el niño podría desmotivarse y pasar del tema.

Ante un comportamiento inadecuado  al niño se le ofrecería el premio si abandona dicho comportamiento. Hablaríamos con el peque hasta que tuviéramos el convencimiento de que nos ha entendido. Incluso podríamos planteárselo como un juego firmando un supuesto contrato. Nosotros  nos comprometemos con el premio y el niño a eliminar la conducta inadecuada.

Los padres conocedores absolutos de sus hijos en estas edades son los que saben que premios les harán mas ilusión. La elección de los premios es muy importante para el éxito de este proceso.

Y finalmente, es vital en este camino mantenernos en lo que prometemos. Siempre que ofrezcamos un premio a un niño hay que dárselo. Si el niño se siente engañado aunque solo sea en ocasiones probablemente se desmotivara. De la misma manera no se lo daríamos si no realiza lo pactado.

Y mi consejo personal: ¡Animaros siempre que se pueda a premiar antes que castigar! Pero cuidado con nuestros peques porque son verdaderos negociadores de premios.




domingo, 2 de marzo de 2014

¿Moda infantil? Si pero pensando en el bienestar del niño

Esta bien que la moda infantil se nutra en parte de las tendencias del momento, pero tengamos en cuenta que los niños tienen distintas necesidades que los adultos y también otras limitaciones

Que los niños son una fuente de inspiración para muchos negocios, eso lo sabemos todos. Y los empresarios saben que nos rascamos el bolsillo con mas gusto para nuestros peques, incluso que para nosotros mismos. El mundo de la moda infantil es una oportunidad de oro para muchas marcas porque saben del tirón que supone vestir bebes y niños pequeños.

Siempre gusta, por supuesto, ver a nuestros niños bien vestidos, con ropita graciosa y muy a la moda.




Lo importante es la comodidad y la autonomía del niño

Desde hace tiempo la moda infantil importa las tendencias de la moda adulta para mi gusto en demasía. Tenemos que tener en cuenta que los niños son un mundo a parte y que antes que ciertas normas estéticas deben primar otros criterios a la hora de vestirlos. Criterios como: comodidad, uso de tejidos adecuados, y sobre todo, en niños un poco mas mayorcitos, que favorezcan su autonomía y les permitan libertad de movimientos.

A veces vemos escaparates de moda infantil que nos pueden obnubilar con modelos, que en cualquier niño pequeñito lucen mucho, pero que no son nada prácticos. Y que pueden acabar siendo una tortura para los mas pequeños.

El ejemplo mas claro y actual son los pantalones pitillo, que ahora los podemos encontrar hasta para bebes de mesecitos. El bebe esta riquísimo con su pantalón pitillo. Parece un adolescente en miniatura. Pero no olvidemos que el pobre tiene que padecer el que se lo pongan y que se lo quiten. ¡En el caso de un pantalón pitillo los cambios de pañal pueden aumentar de media cinco minutos! Y ya,si el niño esta en proceso de quitar el pañal y tiene lo que llamamos un "accidente", el pantalón pitillo se agarra a sus piernas de tal manera que dan ganas de sacar la tijera.

También podríamos hablar de la ropa de abrigo, que ya de por si nos cuesta ponérsela.  Hay que tener en cuenta que a los niños les ponemos la ropa de abrigo dentro de casa y en ambientes de mucho calor. Si el proceso de ponérsela se alarga, porque las prendas tengan mangas imposibles o cierres dificilísimos, el momento de abrigarlos sera siempre desagradable y de lucha con nuestros peques. Es mucho mas practico que sean prendas un poco mas holgadas y fáciles de poner y abrochar.

Esta bien que la moda infantil se nutra en parte de las tendencias del momento, pero hasta cierto punto. Los niños tienen distintas necesidades que los adultos y también otras limitaciones. Y sobre todo realizan distinto tipo de actividades en el día a día. Eso los diseñadores de moda infantil deberían respetarlo.Y si no, ahí estarán sus padres a la hora de elegir su vestuario.

Las telas naturales son salud

Caso aparte son los tejidos que se utilizan, cuanto mas naturales sean mejor (algodón, lino...) sobre todo en este momento que muchos niños tienen alteraciones cutáneas. También considero muy importante que las prendas infantiles sean fáciles de lavar y planchar para que nuestros peques luzcan bien sin necesidad de que sus padres tengan que hacer coladas interminables.

Esto no quiere decir que no podamos caer en la tentación de vestirles en ocasiones especiales con ropitas, que aunque no sean nada practicas, nos dan una imagen de nuestros niños con la que se nos cae la baba. De todas maneras, hoy en día hay un mercado muy amplio en moda infantil, y muchos diseñadores valoran estos criterios, sin dejar de lado una estética bonita y simpática que hacen que nuestros peques estén para comérselos. Cosa que por otro lado no es nada difícil.

Todos nos hemos encontrado con alguna prenda que al final no usamos porque al niño el resulta incomoda, le roza, suda mucho con ella, casi no le entra por la cabeza etc.

¡Así que elijamos bien y disfrutemos de nuestros peques con sus modelitos!

¿Qué opinas?