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lunes, 9 de marzo de 2015

Educar y cuidar niños de 0-3 años: maravillosa profesion

Los niños aprenden muchas cosas durante todo el curso, pero cuando oigo sus risas mientras juegan ajenos a cualquier preocupación, ahí se que lo estoy haciendo bien

Todos los que trabajamos en contacto con el mundo infantil sabemos y valoramos el privilegio del que disfrutamos en cada jornada laboral. Los que hemos tenido la suerte de elegir nuestra profesion y ejercerla tenemos un plus de felicidad.Y si esta profesion nos permite estar en contacto, educar y cuidar bebes y niños en una edad tan temprana como es el ciclo de 0-3 años podemos ver y comprobar día a día que nuestro esfuerzo sirve para mucho.



Trabajar con niños requiere de una especialización, un titulo especifico, pero sobre todo de grandes dosis de ilusión y de una gran vocación. Los peques harán que nuestro trabajo se multiplique por mil, ellos son "esponjas" y siempre están dispuestos a jugar y a aprender jugando. Es un trabajo eso si que tiene que gustar.

Disfrutar de ellos, ponernos a su altura, entenderlos desde su edad, capacidades y limitaciones y sabiendo el valor que tenemos para ellos y para las familias que los ponen en nuestras manos, no sin algo de recelo al principio, solo es posible si adoras esta profesión. Son comprensibles las dudas de las familias en el inicio de curso, ya que dejan a nuestro cuidado lo que mas quieren del mundo. Y esto hay que saber valorarlo y gestionarlo. Aunque una vez mas nuestros peques, como en tantas ocasiones, nos solucionan las dudas con las sonrisas que nos regalan a los educadores en el primer saludo de cada día; incluso a veces en no querer irse del centro ni a tiros porque quieren seguir jugando allí.

El trabajo en las escuelas infantiles que imparten el ciclo 0-3 años es muy satisfactorio pero no deja de ser duro. Son niños que necesitan mucha atención y cuidado. Cada gesto que hacemos es interpretado por ellos, con lo que estamos educándolos constantemente, les servimos de ejemplo aun cuando no somos conscientes. Aprenden de cada detalle, de cada palabra, y cada valor que les transmitimos.

El día a día nos da la oportunidad de convivir estrechamente con ellos. Les recibimos cuando llegan, jugamos con ellos, cantamos, reímos, cambiamos pañales, limpiamos mocos, damos comidas, creamos ambientes para su descanso, les consolamos cuando se caen, corregimos cuando se pelean... En fin creamos un vinculo muy especial con nuestros peques que va creciendo a medida que van pasando los trimestres.

Los niños aprenden muchas cosas y consiguen muchos objetivos durante todo el curso pero para mi, cuando oigo sus risas mientras juegan ajenos a cualquier preocupación, ahí se que lo estoy haciendo bien. Les damos a las familias la tranquilidad de que sus hijos están bien atendidos y felices en un centro en el que saben que cubriremos todas sus necesidades y eso nos lo agradecen eternamente.

Pero son sobre todo los niños que nos dan tanto a los profesionales que trabajamos con ellos, los que hacen que esta profesión sea algo más, un sentimiento de estar haciendo algo bien de aportar algo importante. Recibimos mas besos, abrazos y miradas de agradecimiento y ternura que la mayoría de la gente en su trabajo.Y eso reconforta y nos hace seguir adelante cada día con mas fuerza. Nos hace idear nuevas actividades y juegos para ellos,decorar las aulas para que reciban nuevos estímulos, resolver conflictos que se puedan generar en el aula, entender comportamientos difíciles y sobre todo generar dosis y dosis de paciencia, que es indispensable que acompañe cualquier momento que debas compartir con un monton de peques a los que debemos toda nuestra dedicación.

Importante es también no olvidarnos de mantener el permanente estado de alerta que nos hace evitar caídas, interceptar mordiscos y travesuras diversas que puedan generar estropicios como derrames de pinturas de dedos en mesas, suelos y demás, o la ingesta de plastilina; siempre hay algún peque dispuesto a darle un buen mordisco.

Eso sí, si tienes un día gris, la primera sonrisa que recibes de un niño al empezar la jornada laboral hace que salga el sol mas radiante. Disfrutar de la magia que tienen los niños es un privilegio porque hacen que los adultos la sintamos un poquito, ellos nos la regalan.

viernes, 2 de enero de 2015

Navidad con niños: las mejores

La navidad puede ser una época de ilusión, emociones intensas, generosidad y derroche de sentimientos, sobre todo si tenemos la suerte de compartirla con niños pequeños. Son ellos los que más disfrutan de estas fiestas con su infinita ilusión y capacidad de disfrute, y son ellos los que nos transmiten y contagian todo todo lo que sienten durante estas fiestas.



Sus caritas de emoción ante la llegada de Papa Noel o los Reyes Magos, sus sonrisas al descubrir los regalos que manifiestan la maravillosa inocencia de creer que alguien tan especial como Papa Noel a venido desde tan lejos para traerle lo que han pedido solo a ellos, hacen las delicias de todos los que tenemos la suerte de tener niños en nuestra familia o entorno cercano. Por eso en estas fiestas también debemos cuidarlos teniendo en cuenta sus necesidades.

Fechas muy especiales: logística de excepción

A veces nos olvidamos de que son muy pequeños y les sometemos a jornadas maratonianas. Es verdad que es un periodo de vacaciones después de un duro y largo trimestre en el que se han tenido que adaptar a muchas cosas, nuevos centros escolares, nuevas rutinas etc. y por lo tanto se merecen un descanso.

La Navidad es motivo de reuniones familiares y de encuentros con amigos, lo cual muchas veces nos obliga a viajar y a cambiar de casa y de ciudad durante unos días. Debemos calcular y organizar bien los viajes que vamos a hacer sobre todo con niños muy pequeñitos con los cuales sabemos que hay que mover un gran despliegue de cosas. Organizar el viaje con tiempo y teniendo en cuenta las necesidades de los peques evitará situaciones desagradables en destino, como que de repente se nos olvide su juguete de apego o algún biberón. Esto también eliminará situaciones de estres que se pudieran dar días antes o incluso durante el viaje.

Si vamos a disfrutar varios días de vacaciones en Navidad con nuestros peques seria bueno programar alguna actividad especifica para ellos como llevarles a ver algún espectáculo para niños que suelen proliferar en estas fechas, o por supuesto disfrutar con ellos de las cabalgatas de Reyes que se organizan en cualquier pueblo o ciudad.

Es inevitable que haya cambios en sus rutinas de comida y sueño y al ser días de vacaciones se lo podemos permitir, pero por supuesto sin que lleguen al agotamiento. Muchas veces los adultos por disfrutar de los niños  les tenemos con nosotros hasta muy tarde y luego encima se van a la cama tan excitados que les cuesta mucho dormirse. Así que cuidemos un poquito los horarios de los niños teniendo en cuenta su edad y necesidades.

Coordinar regalos con familia y amigos: un poco de cordura

La emoción en estos días tiene su culmen cuando llega Papa  Noel y los Reyes, ya que casi todos los niños hoy en día celebran las dos cosas. Es maravilloso ver sus caritas cuando descubren sus regalos debajo del árbol y verles abrirlos y emocionarse al descubrir que les han traído lo que han pedido. Para que nuestros peques vivan intensamente este momento tampoco hace falta que reciban un numero exagerado de regalos que al final seria la base de un consumismo que no les aportaría nada bueno. Con que recibieran dos o tres regalos que ellos pidieran seria suficiente y además lo valorarían mas.

Para esto les podemos guiar en la elaboración de las cartas a Papa Noel o a los Reyes Magos y encauzarles para que pidan juguetes adecuados a su edad y un numero limitado de ellos. También nos organizaríamos con los familiares y amigos para reducir el numero de regalos y al final que el niño reciba lo que pide pero dentro de una cosa razonable.

Son días en los que los niños disfrutarán, comerán muchas chuches, se acostaran tarde, se saltaran siestas, se les mimara demasiado, volverán a sus casas con kilos y kilos de plástico en forma de juguetes y sobre todo recibirán mucho cariño atenciones y achuchones de la gente que les quiere. No nos olvidemos que es lo mas importante y lo que cuando eres adulto mas y mejor se recuerda. Hoy en día, en el mundo en que vivimos, con horarios imposibles tanto de niños como de adultos, lo que mas valoraran nuestros peques y que servirá de soporte para su futuro emocional seria un 'vale' de muchas, muchas horas de atención directa y mimos de sus papis y seres queridos. Procuremos regalárselo.

¿Y tú, coordinas los regalos de tus peques con familiares y amigos?