.

.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Los juguetes: aprendizaje y diversión o frustración y agresividad

Cada edad tiene un momento en el desarrollo evolutivo y unos juguetes adaptados, si lo olvidamos el juguete puede llegar a ser frustrante e incluso desarrollar su agresividad

Los juguetes son una pieza importante del engranaje de nuestra infancia. Aportan ilusión, entretenimiento, ayudan en el desarrollo de capacidades y son básicos para el aprendizaje de conceptos y habilidades sociales.



También los podemos usar para desarrollar valores como compartir y provocan en los niños sentimientos de pertenencia e incluso de seguridad. Los llamados juguetes de apego son usados para ayudar a dormir o aportar consuelo en momentos determinados.

A cada edad su juguete

Teniendo en cuenta todo esto, y sabiendo que los juguetes tienen un alto valor didáctico, debemos darles la importancia que se merecen. Y siendo los adultos los que los elegimos, sobre todo en edades tempranas, es necesario marcar unos criterios para su elección. El criterio principal que debemos tener en cuenta es que sean adaptados a la edad del niño. Cada edad tiene un momento en el desarrollo evolutivo y es importante no saltárselo. De lo contrario el juguete lejos de ser educativo y divertido puede llegar a ser frustrante e incluso desarrollar su agresividad. Siempre puede haber un margen, dado que cada niño es diferente y tiene unas capacidades que se pueden salir algo del patrón común. Incluso podemos elegir juguetes teniendo en cuenta que van a jugar con un adulto, no solo vigilándolo, sino compartiendo el juego.

Los juguetes adecuados para bebes de 0-6 meses serian móviles para colgar en la  cuna, mordedores, peluches y pelotas blandos, sonajeros y espejos para bebes. A partir de 6 meses tentempies sonoros, libros de tela o plástico blanditos o juguetes para el baño. De 1 a 2 años pueden jugar con juegos de arrastre (sillitas de paseo, coches, trenes, correpasillos, etc.) pinturas de dedos, ceras blandas etc. Les gustan mucho los bloques de construccion, encajables, apilables y puzzles. Les llaman la atención los instrumentos musicales y les encanta que les lean cuentos de imágenes. A los 2 años ya pueden utilizar triciclos, juegos de memoria, recursos para desarrollar el juego simbólico, como utensilios del hogar, muñecos, juegos de herramientas, disfraces etc. también pelotas, toboganes y columpios.

Los juguetes deben reflejar los intereses del niño en cada momento de su desarrollo.

Al seguridad y la calidad ante todo

Otra característica imprescindible de un juguete es que sea seguro, si el niño es pequeño, de 0 a 3 años incluso, es conveniente que no  contenga piezas pequeñas que se puedan meter en la boca y acabar provocando un atragantamiento. Las pinturas deben ser adecuadas y no toxicas y los materiales resistentes, que no se rompan fácilmente, ya que igualmente se romperían en piezas pequeñas o incluso cortantes.

Para acertar debemos elegir comercios que tengan juguetes homologados, que cumplan los requisitos que se exigen en juguetes destinados a niños de edades tempranas. Hay juguetes que pueden ser atractivos en precio incluso muy vistosos, que no cumplen las normas de seguridad y que debemos rechazar sin dudar. Es preferible que los niños dispongan de un menor numero de juguetes pero que sean adaptados a su edad y seguros, aunque sean un poquito mas caros.

Los juguetes deben ser atrayentes para el niño. Les gusta la novedad, los colores, juguetes con movimiento y el ruido. Esto  no quiere decir que debamos valorar por encima de otros los juguetes que hacen mogollón de cosas con solo tocar un botón, con miles de luces y musiquitas. El juguete debe desarrollar la imaginación del niño, provocar momentos de descubrimiento y emoción basados en el estimulo que el juguete lleva implícito.

Si nos pasamos el efecto es el contrario

Es importante hacer hincapié tanto en la calidad de los juguetes, la intencionalidad con la que los compramos etc. como que el niño aprenda a valorar lo que tiene y sus pertenencias. En esto como en casi todo no es bueno la exageración. A veces exponemos a los niños a una sobrecarga de juguetes que lejos de divertirles y valorarlos pueden llegar a agobiarles.

En este momento que ya están cerca los Reyes, Papa Noel etc. seria bueno hacer una reflexión sobre la cantidad de cosas que se les regalan a los niños en estas épocas y que a veces consiguen desestimularles tanto que no se animan ni siquiera a abrirlos todos.

Los padres encargados de la educación de sus hijos tienen derecho a marcar pautas en cuanto a los regalos que reciben. Y si no podemos evitar la gran profusión de regalos deberíamos entregárselos paulatinamente para que disfruten jugando de una forma lógica, que nos haga evitar la sobreestimulación.

Compremos juguetes a nuestros peques que les hagan crecer y ayuden a su desarrollo, eligiéndolos pensando siempre en sus capacidades e intereses.

¿Qué criterios fijas tú para la compra de los juguetes de tu peque? ¿Los compartes con familia y amigos?