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lunes, 24 de febrero de 2014

Stop: límites en la educación de los peques

Educar con generosidad no significa ser blando y admitir todo lo que hagan nuestros peques, sino tener paciencia y estar a su lado intentando guiarles en su crecimiento

Todos los que tenemos niños muy pequeños en nuestras familias o trabajamos con ellos, sabemos de la alegría e ilusión que nos proporcionan. Valoramos muchísimo que estas pequeñas personitas formen parte de nuestras vidas y disfrutamos de cada momento que vivimos con ellos. Por ello intentamos protegerlos, cuidarles y evitarles cualquier sufrimiento o incomodidad. Es nuestro instinto.



Ahora bien, estos sentimientos hacia nuestros peques hay que saber gestionarlos. El que deseemos por encima de todo su bienestar no puede chocar con el hecho de educarles correctamente. Los niños para evolucionar y desarrollarse pasan por momentos difíciles en los que sufren, que forman parte de su aprendizaje y que normalmente resuelven sin problemas. Podemos caer en el error de evitarles todo sufrimiento, no querer que lloren por nada o facilitarles todo sin dejarles crecer. En otras palabras, no ponerles limites hagan lo que hagan y no decirles nunca que no.

Los límites son imprescindibles

Los niños necesitan limites y normas que enmarquen sus comportamientos lo cual además favorecerá su autonomía. A veces llevar esto a la práctica nos resulta duro, pero tenemos que tener en cuenta que los niños a los cuales no se les ponen limites en su ámbito familiar o escolar son niños mas inseguros, que no saben nunca a que atenerse y por tanto no son mas felices. Sin embargo, a los que se les ponen limites y normas son mas seguros y autónomos.

Es muy importante que los niños aprendan a aceptar normas y a tolerar las frustraciones. No olvidemos que una parte importantísima de la personalidad se forma en el periodo de 0 a 6 años, y lo que sembremos en ellos en este momento lo recogerán en la edad adulta. Si un niño sabe lo que esta bien o mal y lo que se le permite o no, dependiendo del ámbito en el que este, tiene referencias para actuar. Lo cual no quiere decir que no vaya a tener nunca comportamientos inadecuados. ¡Por supuesto! Pero le sera mas fácil acertar. ¿Verdad?

Tenemos que saber lo que les podemos pedir en función de su edad

Al final siempre es menos complicado movernos en un mundo donde sabemos lo que se espera de nosotros. Pues esto no es distinto en el mundo infantil. Educar con generosidad no significa ser blando y admitir todo lo que hagan nuestros peques, sino tener paciencia y estar a su lado intentando guiarles en su crecimiento.

También, por supuesto tenemos que tener muy claro lo que podemos pedirles a los niños dependiendo de la edad que tengan y el momento de desarrollo en que se encuentren. Seria muy injusto pedirles algo que sus capacidades por edad no les permiten hacer.

Asi que, disfrutemos de nuestros niños, ayudándoles a crecer, permitámosnos mimarlos, achucharlos y creemos situaciones maravillosas que favorezcan aprendizajes para ellos. Eso si teniendo claro que mimar no es consentir y que nuestros peques saben mucho y nos lo pondrán difícil.

Pero todos sabemos que no hay nada mas bonito que la sonrisa de un niño que ha aprendido algo nuevo.
Ayudarles a ello es una buena manera de quererles.

¿Tienes alguna anécdota de cómo has conseguido ponerle límites a tu peque?