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viernes, 17 de junio de 2016

Lo más importante de la fiesta de graduación

Ya huele a verano, a fin de curso, a vacaciones y por tanto a despedidas.

Un curso es largo. Son muchas las horas educando, cuidando y disfrutando de unos niños y niñas cuyos padres han depositado su confianza en nosotros.

Cuando un niño llega a un centro escolar, ya sea una escuela infantil, un colegio de primaria etc., llega con mucho trabajo por hacer, con muchas inseguridades por parte de su familia y entorno, y sobre todo con el objetivo de que se dibuje una sonrisa en su cara cada vez que atraviese el umbral de la puerta de su aula. Por lo menos para mi, es ese el objetivo principal.



A veces esto se complica, el periodo de adaptación es difícil, pero casi siempre se consigue. Y llegado el momento en el que nos despedimos de estos niños, que ya son muy nuestros, es inevitable tener un sentimiento de perdida. En una escuela infantil donde muchos niños llegan con meses y se nos van con tres añitos o casi, se crea un vinculo de cariño y confianza hacia ellos y sus familias que cuesta mucho romper cuando llega el momento. Pero es así, los niños crecen y nosotros sus educadores y profesores formaremos parte de su pasado, y ellos comenzaran con ilusión nuevas etapas.

La graduación, una actividad muy positiva

Cuando un niño finaliza un ciclo educativo, normalmente los centros a los que acuden organizan una fiesta o evento para despedirlos. Actualmente están muy de moda las graduaciones, celebraciones importadas de otros países, pero que nos dan unas pautas y un entorno de despedida muy adecuados para adaptarlo a estas edades.

En una escuela infantil en la cual impartimos el primer ciclo de educación infantil, estas celebraciones resultan muy graciosas, dada la edad temprana de los niños. No hay que decir que con estos niños, con poquito que hagan y rodeados de la parafernalia del momento, gorritos, bandas y demás, queda todo muy lucido. Y a padres, familia y educadores se nos cae la baba viendo a nuestros peques vestidos de graduados recitando o cantando una canción.

Como profesionales, hay que tener en cuenta, como en todas las actividades qué les proponemos a los niños, la edad con la que trabajamos, sus capacidades y limitaciones. No sería justo someter a los niños a ensayos interminables o al aprendizaje de complicadas canciones o coreografías. Tampoco la ceremonia debe ser muy larga.

Las actividades siempre adaptadas a la edad

Todo lo que trabajamos con los niños de estas edades debe ser presentado en forma de juego, transmitiéndoles ilusión por lo que van a hacer y por la llegada de ese día. Eso sí, sin que sientan demasiada presión o responsabilidad al respecto. Si queremos que canten una canción o una pequeña poesía, la empezaremos a cantar o a recitar por lo menos un mes antes de la graduación. La introduciremos dentro de la rutina diaria y así los niños la aprenderán fácilmente y el día de la graduación lo harán fenomenal.

Es importante también tener claro que estamos trabajando con un grupo de niños. Seguramente sera un grupo heterogéneo, con niños con distintas capacidades a distintos niveles, con lo cual la actividad que queremos desarrollar debe ser accesible para todos.

De cualquier forma debemos enfocar ese evento como un tiempo de disfrute y despedida de nuestros peques. Y de agradecimiento a las familias, que han depositado en nosotros como profesionales, la educación y el cuidado de lo que mas quieren, sus hijos. Un momento de convivencia del centro escolar, los niños y sus familias,en el que todos tendremos nuestro grado de responsabilidad y que se prepara con mucha ilusión y alegría.

El curso se acaba, las despedidas son duras. Vemos las caritas de estos niños con los que hemos convivido durante horas. A los que hemos visto evolucionar y conseguir objetivos siempre mucho mas altos de lo esperado, y el corazón se nos encoje de repente pensando que el siguiente curso ya no estarán con nosotros.

Pero nos reconforta saber que el esfuerzo de nuestro trabajo les va a acompañar en su siguiente etapa y que les  hará las cosas mas fáciles. Disfrutamos del deber cumplido y ponemos una nueva tirita en nuestros corazones, un año mas, un fin de curso mas.